CONVERTIR EN EMPORIO LA EMPRESA FAMILIAR:

3 CASOS EN LATAM

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Lo vemos en las películas y series de televisión, las empresas familiares son “un cuento muy distinto” en relación a sus esfuerzos por su sostenibilidad a través de las generaciones, las sucesiones y sus acuerdos privados y protocolos.

Ese esfuerzo valioso por crear empresa desde el núcleo social más pequeño y convertirlo en un gigante que genere empleo y crecimiento económico en una región, es algo que merece ser contado. 

Un dato que pocos conocen, pero que salta a la vista es que el 75% de las compañías de la región tienen un origen familiar. Estas representan más de US$1.000 millones de dólares. 

Ahora, en el mundo representan el 85% de todo el mercado, hasta el 70% del PIB de las economías y entre el 60% y 70% del empleo global, según Bloomberg en Línea. 

La empresa de origen familiar más grande, en términos de ingresos, en Latinoamérica es la brasileña JBS S.A., líder de la industria alimenticia, fortuna de la familia Batista. Esta alcanza los US$65.000 millones de dólares y 250.000 empleados. 

A ella le sigue América Móvil SAB que logró US$41.600 millones de dólares, con 181.205 colaboradores que trabajan por la sostenibilidad del gigante de telecomunicaciones de la nombrada familia Slim. 

Sobrepasar generaciones y alcanzar nuevos niveles no es una tarea fácil. Por eso,  hoy hablamos de tres historias de empresas familiares que han impulsado el crecimiento de Latam.

EL PRIMER EJEMPLO ES EL DE LA FAMILIA

Luiza Trajano, precursora de la empresa Magazine Luiza cuya fortuna estimada alcanza los US$1.100 millones de dólares (según Forbes), afirma que la sostenibilidad de un negocio empresarial familiar se haya en tener claro los principios fundamentales y quien los viole, independiente de quien sea, debe de salir. 

Además de la pasión por mejores resultados para todos, es clave tener un código de conducta definido y acuerdos comerciales y de sucesión entre la familia. El respeto por las jerarquías, así sean familia, es fundamental. 


RESPETO, TRABAJO HONESTO, VERDAD Y DISCIPLINA

Monterrey es la cuna de la familia Garza, la dueña de las industrias Femsa que comenzó en 1890 con el sueño de una cervecería; luego se convirtió en la mayor embotelladora de Coca Cola en el mundo. Hoy Femsa tiene presencia en 18 países en negocios diversificados: retail, bebidas y digital que cotizan en el mercado bursátil de México y New York.  

Su paso ha trascendido varias generaciones y se ha expandido a las familias de sus descendientes que hoy ya logra tener 350.000 colaboradores. OXXO hace parte de esta dinastía familiar.

Juan Fonseca Serratos, director de Relación con inversionistas, cuenta que Don Eugenio, su fundador, predicó con el ejemplo y dejó un legado que hoy es perceptible en el éxito de la vida empresarial de Femsa. 


¿Y CUANDO LOS HIJOS NO DESEAN SEGUIR EL LEGADO? 

Este es el caso de Alquería, la empresa colombiana que se ha mantenido por 3 generaciones Cavelier. Fue fundada en 1959 por un papá y un hijo médico que querían pasteurizar la leche para evitar los riesgos de la ingesta del lácteo crudo. 

Su historia y sus hitos se relacionan con la tecnificación del producto, sus empaques y su distribución que los ha llevado a obtener ingresos operativos por COP $ 1,5 billones de pesos. Ahora, la tercera generación que dirige la empresa desde 1992, con Carlos Enrique Cavalier Lozano, quien cuenta que su padre le hizo un llamado para mantener el legado familiar. 

Hoy en día Carlos E. Cavalier tiene 4 hijos que se dedican a la economía, la arquitectura, la pedagogía y el deporte. Hasta ahora ninguno se ha vinculado al negocio. Por ahora un fondo costarricense tiene un 25% de las acciones, sin embargo, la familia Cavalier espera que la esencia de empresa familiar perdure por muchos años.